lunes

Conclusiones

Me ha costado un mundo este TCU. Hace muchos años que trabajo, y tuve que dejar la universidad tirada por mucho tiempo. Es muy triste no haber podido concluirlo, porque de verdad que traté. Solo me faltaron las 5 horas de intercambios, que no pude hacer porque es extremadamente difícil ponerse de acuerdo con los compañeros, y al final, como tardé tanto, solo quedaba yo.

Esta modalidad de los intercambios me parece más bien contraproducente. Creo que a los compañeros de música sí los beneficia, porque las capacidades de ellos son diferentes y su oferta de talleres es más limitada. Pero a mí me habría costado menos hacer 25 talleres en el Hogar de Curri, donde ya tenía el espacio y los horarios asignados.

De todas formas, la experiencia ha sido enriquecedora para mí. Durante este año de trabajo he aprendido a valorar mucho más a las personas adultas mayores. A respetar sus conocimientos y rescatarlos, a compartir con ellas y dejar que me enseñen. Creo que a pesar de mis limitaciones de horarios, he podido desarrollar una relación muy emocional con las señoras del Hogar. Ellas han venido a llenar un espacio que estaba vacío y se los agradezco mucho.

He aprendido a desarrollar nuevas formas de relacionarme con personas que tienen capacidades diferentes a las mías, visiones de mundo distintas y formas de expresarse y relacionarse a las que no estaba acostumbrada. Conocer este mundo ha sido muy interesante para mí. En mi familia existe la creencia de que solo los hijos malagradecidos y malos llevan a sus padres a un Hogar de Ancianos, y que en estos lugares los adultos mayores sufren mucho y se deprimen. Después de este año, creo que eso es mentira: en este Hogar, las personas que atienden a los adultos mayores lo hacen de corazón, con mucha dedicación y amor por su trabajo. Desde Doña Dora y Grettel (las encargadas) hasta don Manuel Antonio (el señor de la puerta), pasando por las señoras de la cocina, las conserjes, las enfermeras. Toda la gente que trabaja aquí ama su trabajo y se desvive por las y los ancianos del Hogar.

Eso me ha estimulado a buscar otros recursos en otras partes, porque el Hogar está abierto a las colaboraciones de la gente. Le he comentado a mis amigos, a mis familiares, hemos recogido ropa y otras cosas para llevar. Los presupuestos de estos lugares siempre son muy bajos, y más bien depende en gran medida de las comunidades que los albergan que los ancianos tengan buenas condiciones de vida. El caso de Curri me parece muy digno de rescatar, porque es una comunidad muy organizada, que trabaja por el bienestar de sus habitantes, y eso se nota mucho en la infraestructura del Hogar.

Por otra parte, me parece muy importante el trabajo que realiza esta modalidad de TCU. Siempre me ha interesado mucho el tema del conocimiento, y esta ha sido una buena oportunidad para poner en práctica algunas metodologías de intercambio de conocimientos que hemos diseñado en mi oficina. La facilitación de espacios colaborativos me parece el ámbito más adecuado para realizar un rescate de tradiciones orales y sistematizarlas de manera que puedan ser aprovechadas por otras personas. Vivimos en una sociedad en la que el conocimiento tácito no es valorado de la forma en que se lo merece, y se desprecian las tradiciones orales, considerándolas "cultura de segunda clase" cuando en realidad son las que perfilan y construyen el ser idiosincrático del grupo humano que las comparte.

Aprender a valorar estas manifestaciones populares es muy importante para mantener al menos un indicio de identidad nacional, pero sobre todo para darle voz a un grupo de personas que en nuestro imaginario cultural no producen nada y deben ser apartadas por la sociedad: las y los adultos mayores. Estas personas son las depositarias de un saber que no todos conocemos y que deberíamos comenzar a explorar como una opción de vida más sana y armónica: la medicina natural, la comida casera, las fuentes de energía renovables, el transporte no contaminante, el consumo responsable y la producción limpia. Es muy curioso que todas estas prácticas "avant garde" que están tan en boga en este momento no toman en cuenta la experiencia de las personas que las practicaron como forma de vida en años pasados. Este es otro indicio de que como sociedad nos estamos moviendo en la dirección equivocada.

Por último, agradezco al Hogar de Ancianos de Curridabat por la oportunidad que me han brindado al abrirme incondicionalmente las puertas de su Institución. Y aunque no haya podido completar los talleres de intercambio, presento este informe final no solo como prueba de que mi interés en este proyecto no ha menguado en ningún momento, y como colaboración al TCU de Rescate de Tradiciones Orales y Artes Verbales de la Universidad de Costa Rica, institución académica que presta un gran servicio a la comunidad costarricense al habilitar este tipo de espacios de generación e intercambio de conocimientos.

Este informe representa para mí una pequeña muestra de lo que las herramientas tecnológicas pueden hacer en el marco del rescate de tradiciones orales, campo de gran importancia para mí y en el que trabajo desde hace 3 años con mi cooperativa. Espero que sea un buen aporte para el TCU, y estoy a disposición para cualquier consulta sobre las herramientas (blogger y picasaweb) que he utilizado para realizar la sistematización de datos de mi proyecto.

Muchas gracias.

Adriana Sánchez. C. 993719