lunes

Conclusiones

Me ha costado un mundo este TCU. Hace muchos años que trabajo, y tuve que dejar la universidad tirada por mucho tiempo. Es muy triste no haber podido concluirlo, porque de verdad que traté. Solo me faltaron las 5 horas de intercambios, que no pude hacer porque es extremadamente difícil ponerse de acuerdo con los compañeros, y al final, como tardé tanto, solo quedaba yo.

Esta modalidad de los intercambios me parece más bien contraproducente. Creo que a los compañeros de música sí los beneficia, porque las capacidades de ellos son diferentes y su oferta de talleres es más limitada. Pero a mí me habría costado menos hacer 25 talleres en el Hogar de Curri, donde ya tenía el espacio y los horarios asignados.

De todas formas, la experiencia ha sido enriquecedora para mí. Durante este año de trabajo he aprendido a valorar mucho más a las personas adultas mayores. A respetar sus conocimientos y rescatarlos, a compartir con ellas y dejar que me enseñen. Creo que a pesar de mis limitaciones de horarios, he podido desarrollar una relación muy emocional con las señoras del Hogar. Ellas han venido a llenar un espacio que estaba vacío y se los agradezco mucho.

He aprendido a desarrollar nuevas formas de relacionarme con personas que tienen capacidades diferentes a las mías, visiones de mundo distintas y formas de expresarse y relacionarse a las que no estaba acostumbrada. Conocer este mundo ha sido muy interesante para mí. En mi familia existe la creencia de que solo los hijos malagradecidos y malos llevan a sus padres a un Hogar de Ancianos, y que en estos lugares los adultos mayores sufren mucho y se deprimen. Después de este año, creo que eso es mentira: en este Hogar, las personas que atienden a los adultos mayores lo hacen de corazón, con mucha dedicación y amor por su trabajo. Desde Doña Dora y Grettel (las encargadas) hasta don Manuel Antonio (el señor de la puerta), pasando por las señoras de la cocina, las conserjes, las enfermeras. Toda la gente que trabaja aquí ama su trabajo y se desvive por las y los ancianos del Hogar.

Eso me ha estimulado a buscar otros recursos en otras partes, porque el Hogar está abierto a las colaboraciones de la gente. Le he comentado a mis amigos, a mis familiares, hemos recogido ropa y otras cosas para llevar. Los presupuestos de estos lugares siempre son muy bajos, y más bien depende en gran medida de las comunidades que los albergan que los ancianos tengan buenas condiciones de vida. El caso de Curri me parece muy digno de rescatar, porque es una comunidad muy organizada, que trabaja por el bienestar de sus habitantes, y eso se nota mucho en la infraestructura del Hogar.

Por otra parte, me parece muy importante el trabajo que realiza esta modalidad de TCU. Siempre me ha interesado mucho el tema del conocimiento, y esta ha sido una buena oportunidad para poner en práctica algunas metodologías de intercambio de conocimientos que hemos diseñado en mi oficina. La facilitación de espacios colaborativos me parece el ámbito más adecuado para realizar un rescate de tradiciones orales y sistematizarlas de manera que puedan ser aprovechadas por otras personas. Vivimos en una sociedad en la que el conocimiento tácito no es valorado de la forma en que se lo merece, y se desprecian las tradiciones orales, considerándolas "cultura de segunda clase" cuando en realidad son las que perfilan y construyen el ser idiosincrático del grupo humano que las comparte.

Aprender a valorar estas manifestaciones populares es muy importante para mantener al menos un indicio de identidad nacional, pero sobre todo para darle voz a un grupo de personas que en nuestro imaginario cultural no producen nada y deben ser apartadas por la sociedad: las y los adultos mayores. Estas personas son las depositarias de un saber que no todos conocemos y que deberíamos comenzar a explorar como una opción de vida más sana y armónica: la medicina natural, la comida casera, las fuentes de energía renovables, el transporte no contaminante, el consumo responsable y la producción limpia. Es muy curioso que todas estas prácticas "avant garde" que están tan en boga en este momento no toman en cuenta la experiencia de las personas que las practicaron como forma de vida en años pasados. Este es otro indicio de que como sociedad nos estamos moviendo en la dirección equivocada.

Por último, agradezco al Hogar de Ancianos de Curridabat por la oportunidad que me han brindado al abrirme incondicionalmente las puertas de su Institución. Y aunque no haya podido completar los talleres de intercambio, presento este informe final no solo como prueba de que mi interés en este proyecto no ha menguado en ningún momento, y como colaboración al TCU de Rescate de Tradiciones Orales y Artes Verbales de la Universidad de Costa Rica, institución académica que presta un gran servicio a la comunidad costarricense al habilitar este tipo de espacios de generación e intercambio de conocimientos.

Este informe representa para mí una pequeña muestra de lo que las herramientas tecnológicas pueden hacer en el marco del rescate de tradiciones orales, campo de gran importancia para mí y en el que trabajo desde hace 3 años con mi cooperativa. Espero que sea un buen aporte para el TCU, y estoy a disposición para cualquier consulta sobre las herramientas (blogger y picasaweb) que he utilizado para realizar la sistematización de datos de mi proyecto.

Muchas gracias.

Adriana Sánchez. C. 993719

Taller#20. Actividad de clausura.

Esta no ha sido una actividad de clausura. Grettel me dijo que tengo la opción de seguir viniendo al Hogar cuando quiera, que ellas necesitan mucha ayuda siempre y que las señoras me quieren mucho. Nada más llevé unos quequitos secos y un fresco para merendar, pero no les dije en ningún momento que ya terminó el trabajo.

Ayudé a preparar el almuerzo y me quedé para acompañarlas un rato más. Les traje un regalito a algunas que se han hecho más cercanas (un prendedor a Tere, una diadema a Elieth, un collar a Orfilia, un pañuelo para la cabeza a María, unas matitas de romero a Anita y una caja de lápices a Carmen).

Dice Grettel que ellas necesitan mucha ayuda, que lo más importante que uno puede darle a los adultos mayores es prestarles atención. Y entonces cada vez que pueda voy a seguir dándome la vueltita por acá.

Le agradezco mucho al Hogar por abrirme las puertas, y espero que nuestra relación dure mucho tiempo.

Taller#19. Gastronomía. El pejibaye.

Para el taller de hoy, quería traer pejibayes, pero en el súper no había. Conversamos sobre los pejibayes, que la mayoría de las señoras solo han comido de la forma tradicional: hervidos.

Muchas no sabían que el pejibaye se puede hacer en crema y usarse en ensalada, pero doña Elieth sí conoce la harina de pejibaye y ha hecho pan. Dice que es muy fácil de hacer, que se prepara igual que el pan de elote, con queso rallado, agua, huevo, azúcar, sal y royal. También, que se puede hacer dulce o salado dependiendo del gusto de la persona, pero que a ella le gusta más el salado. Yo después les voy a traer algún plato de pejibaye (empanadas o pan) porque voy a seguir viniendo al hogar aunque termine el TCU.

Hay una señora nueva, Tetei, que era indigente y entonces camina siempre con una bolsa de plástico llena de trapos. No hay manera de que suelte la bolsa, ni para comer. Es una señora divertida y un poco malcriada. Uno de los muchachos que trabajan acá tiene el pelo largo, y cuando pasa Tetei siempre le dice "señora, tráigame una pastilla que me duele mucho la pierna", para molestarlo por el pelo largo. A ella también le gusta mucho hablar de comida, lástima que no estaba para los otros talleres de gastronomía.

Volviendo al pejibaye, hablamos de lo peligrosa que es la palma, cubierta de espinas, que son muy "enconosas" (o sea, que se infectan muy rápido bajo la piel) y que punzan durísimo. Más de una tuvo un hermano o un conocido que quedó como "el crucificado" en una palma de pejibaye mientras intentaba bajar un racimo.

También hablamos de lo rico que es el palmito de pejibaye, más rico que cualquier otro, pero ahora mucho más difícil de conseguir y carísimo. Quedamos en seguir hablando de este delicioso tema en otra oportunidad, y prometí llevarles algún pancito.

* Estuvimos 7 personas en el taller

Taller#18. Taller de historia y cultura. San José.

Nuestro taller de historia y cultura de San José se convirtió más bien en un taller sobre la GAM, porque para amenizar traje el disco del trío de mi tío Alejo, que es de San Ramón de Alajuela.

Hoy las señoras del lado de Cartago participaron más. Doña Magdalena, que es de Paraíso, nos dio su receta del rompope:

3 litros de leche
2 tazas de azúcar
6 yemas batidas
clavos de olor
astillas de canela
vainilla
guaro al gusto

Se hierve la leche y se le va echando poco a poco el azúcar. Se agregan las yamas batidas, los clavos y la canela. Una vez que se corta, se apea del fuego y se pasa por el colador. Se le agrega el guaro y la vainilla y se sirve tibio, con pan batido.

Doña Marianita nos dio su receta de arroz con leche:

1/2 libra de arroz
1 botella de l eche
1 huevo
2 cucharadas de mantequilla
1/4 de libra de azúcar
astillas de canela

Escoger y lavar el arroz. Hervirlo en 4 tazas de agua, hasta que se reviente. Después se le pone la leche, la canela, el azúcar, la mantequilla y la yema del huevo. Se revuelve bien hasta que se espese.

Les había prometido desde hacía días llevarles una Conchería de Magón, y les leí "Mercando leña", que las divirtió mucho.

Taller#17. Creencias y culturas populares.

Hoy básicamente contamos dichos y creencias de la cultura popular. Participaron 9 personas.

Bombas

Ayer pasé por tu casa
y me tiraste un limón
si no me lo capeo
me das por el corazón.

Del cielo bajó un pintor
para pintar tu hermosura
y al verte tan vieja y fea
se le cuajó la pintura.

Sabanero sabanero
sabanero sin sabana
a mi cama no se arrima
ningún hijo de su mama.

Los hombres y los pericos
tienen cierto parecido
entre más viejos se ponen
más verdes son los bandidos.

Adivinanzas

¿Oro no es
plata no es?
R/El plátano

En el fondo del mar hay una vaca negra
y ni a pico ni a palo la pueden sacar. ¿Quién es?
R/La noche

¿Agua pasa por mi casa
cate de mi corazón?
R/El aguacate

Dos hermanas muy unidas
que caminan a un compas
con las piernas por delante
y los ojos por detrás.
R/Las tijeras

Creencias.


Serenarse es malo.

No hay que bañarse en viernes santo porque se convierte en sirena.

Cuando una mujer está en "sus días" no puede lavarse la cabeza.

Si una embarazada sale durante un eclipse, el bebé nace manchado.

Los mezquinos se quitan frotándolos con un limón partido a la mitad que esté pegado al palo.

Si le barren los pies no se casa.

Si se ve en el espejo después de la media noche se hace bruja.

Si deja sal detrás de la puerta no entran brujas a la casa.

Se pone la escoba patas arriba detrás de la puerta para que se vayan las visitas.

Si juega con candelas en la noche se orina.

El ombligo de los bebés se tira al mar para que no se mueran ahogados.


Taller#16. Gastronomía. Picadillos

No sabía que hay tantas cosas de las que se puede hacer picadillo. Uno de los que más me gustan, que es el de papaya, me parecía súper "exótico".

Pero hoy descubrí, conversando con doña Marianita, doña Orfilia y doña Elieth que hay otro montón de cosas de las que se puede hacer picadillo.

Hay picadillo de raíz de papaya, que se hace cuando cortan un palo de papaya. La raíz se saca y dicen que se lava y se prepara igual que el de papaya, y que sabe parecido pero más rico.

Picadillo de flores de ayote con huevo. Este ni me lo puedo imaginar.

Picadillo de quelites de chayote. He comido quelites, pero solo en sopa. Dicen que se hace con papa y que queda muy rico.

Picadillo de flores de itabo. Esto nunca me ha gustado, pero dice doña Elieth que el amargo sí se le puede quitar. Que lo que pasa es que la gente lava la flor de itabo después de picarla, y que por eso es que se amarga.

Picadillo de plátano maduro. Otro que ni me imagino, pero que debe ser riquísimo. Se hace con plátanos que no estén muy maduros, para que no se suavice mucho.

Picadillo de hojas de ñampí con carne molida. Bueno, este no me parece tan raro, cuando viví en Brasil comí algo parecido.

Picadillo de ayote en leche. Este sí lo he probado, mi abuela hacía uno muy rico.

Y después están los corrientes: de papa, de plátano verde, de chayote con elote, de arracache, de palmito, de vainica con zanahoria, entre otros. Como no llevé boquita (porque no tuve tiempo para cocinar), llegamos a la hora de almuerzo con la boca hecha agua!

*Recetas de Orfilia, Marianita y Elieth.

Taller#15. Día del Padre.

Hoy, por víspera del día del Padre, cambiamos la actividad. Tenía pensado hacer el tallere de efemérides, y el día del padre calza con una así que entonces decidí mejor participar de una actividad conjunta. Hay otra gente que también viene a hacer el TCU aquí, y decidimos juntar recursos y hacer algo entre todos. A mí me tocó traer los queques, y la gente de la Santa Paula trajo los adornos y los refrescos. Los chicos del SEC, que solo venían esta semana, trajeron un trío a dar serenata.
En el album hay un par de fotos que me pasaron. Las tomaron mientras preparábamos la actividad.

Taller#14. "Yo me acuerdo"

Hoy tuvimos una actividad muy interesante, en la que hablamos de situaciones y cosas del pasado que las participantes recordaron.

Bajo el lema de "yo me acuerdo" fuimos haciendo un ejercicio para recoger costumbres y tradiciones que se han ido perdiendo. Este fue el resultado:

Yo me acuerdo que mi mamá siempre hacía los té para cuando uno estaba enfermo. Los tés no se hierven porque las plantas pierden sus propiedades, hay que calentar el agua primero y después se le echan las hierbas, y se apaga el té poniéndole un plato encima.

Yo me acuerdo que en el trapiche uno comía las espumas. Los trapiches de ahora no son como los de antes, ya no hay bueyes dándole vueltas al molino y todo funciona con eletricidad. Mi hijo me llevó a pasear a uno y no me gustó.

Yo me acuerdo q ue antes se alumbraba con canfinera, y no había luz eléctrica.

Yo me acuerdo que antes uno siempre andaba a caballo o en carreta, ahora todo son buses y carros.

Antes las muchachas no se vestían tan peladas. Ahora hay mucha inmoralidad, a mí me da vergüenza ver las fachas en las que andan, y los muchachos también, que ni se meten las faldas.

Antes la vida era más barata, más honesta. La gente no robaba ni mataba como ahora, que no se puede ni salir a la calle.

Yo me acuerdo que las puertas s e cerraban con "tranca" y uno no pasaba llaves ni nada de eso.

En mi casa lavábamos con jabón amarillo, "jabón de chancho". Con ese jabón también mamá nos lavaba la cabeza.

Cuando uno se enfermaba de la panza, lo sobaban por si era pega. Mi mamá nos daba purgante de sal con hojasén.

Estas fueron las colaboraciones de las señoras, y seguimos conversando un poco sobre el tema de las minifaldas, los bailes, las fachas de los muchachos y la inseguridad ciudadana.

* Nos acompañaron 4 señoras: Orfilia, Anita, Elieth y María Teresa.

Taller #13. Historia y cultura. Guanacaste.

Estoy un poco triste porque me robaron la cámara de fotos en el aeropuerto. Dejé el bolso descuidado y me la sacaron, y ahora bueno, ya veré cómo me las arreglo para documentar los talleres.

Hoy tuvimos nuestro taller de historia y cultura de Guanacaste. Les llevé un mapa de la provincia, un disco con música de allá, y algunos libros con imágenes para que se pasaran y las pudieran ver. Como estoy con mucho trabajo, no he vuelto a cocinar nada para los talleres, y entonces no llevé ninguna comida típica para presentar. Conté una leyenda de José Ramírez Saizar: "El jícaro de Cayure".

No pude encontrar el material audiovisual que había pensado llevar, entonces pusimos música de marimba y algunas bailaron un poco. Conversamos eso sí, sobre comidas de la región, sobre todo de maíz, como los atoles y las diversas comidas que se preparan con tipos distintos de maíz (yo no sabía que hay maíz morado, con el que se hace una chicha especial que es como un atol).

Ninguna de las señoras del Hogar es guanacasteca, pero sí sabían bastante de la región y doña Elieth, que canta mucho, cantó esa canción que dice "Yo te llevo en el alma como una perlita..." La verdad es que no me la sé, pero a ella le salió muy bonita.

Hoy fuimos 10, y nos acompañó María la flaquita, que está perdiendo el cabello y entonces le da vergüenza salir, pero le llamó la atención la música y se nos unió (con la condición de que no le tomáramos fotos... igual no tengo cámara :(

sábado

Taller #12 Frutas.

Hoy hicimos un conversatorio que inició con las manzanas de agua. Llevé un paquete que me regalaron en la Feria de Zapote, que estaban bien grandes y muy ricas.
Se me había ocurrido hacer un taller sobre este tema porque mi familia es de zona rural, y entonces siempre estuve acostumbrada a comer frutas de aquí. Sin embargo, de unos años para acá he visto que cada vez es más difícil conseguir algunas frutas, y que otras se consiguen pero son carísimas.
Conversé sobre esto con las señoras, y en efecto, llegamos a la misma conclusión: ahora, mucha manzana pera, y mucha uva en el supermercado, pero a los productores de aquí nadie les da pelota y entonces tienen que vender la tierra o comenzar a cultivar otras cosas que sí se vendan.

En la conversación salieron a relucir los nísperos, las guabas, las anonas, los jocotes, los mamones chinos, las manzanas rosa, las mangas pingüinas, las naranjillas, las mandarinas y los limones dulces, los membrillos, las frambuesas, los cases, las granadillas...

Fue un conversatorio largo y tendido, y recordamos cómo de chiquillos siempre andábamos con lombrices por estar comiendo frutas directamente del árbol sin lavar, y que en realidad era más fácil conseguir qué comer. Según doña Orfilia, que vivía en el puro campo, ella era pobre, pero los pobres siempre tenían qué comer, porque había árboles frutales por todas partes, y los vecinos eran mucho más solidarios que ahora. En general a ellas les parece una pena que se haya perdido toda esa tradición, y doña Elieth, que tiene familia aquí en Curridabat, hasta mencionaba que es muy triste que ahora la gente ni siquiera tiene patio en la casa, y que no pueden sembrar nada, que todo hay que comprarlo carísimo en el súpermercado.

*En la actividad hubo 12 personas.

Taller #11. Leyendas II

Con mis hermanas, fui a visitar el hogar por la mañana. Llevamos materiales para ilustrar, y el taller de leyendas preparado, pero nos topamos con la sorpresa de que unos estudiantes de la Sta. Paula estaban haciendo TCU y tenían la sala ocupada.
Nos fuimos con doña Marianita y doña Elieth a conversar afuera, y al final fue una mañana productiva, porque nos contaron dos leyendas. Una es la versión de doña Marianita para La Llorona:

Dicen que había una muchacha jovencita que tenía un novio. Él la dejó embarazada. Como el novio era de gente rica, entonces la muchacha no dijo nada y se mejoró a escondidas. Cuando el bebé nació, ella lo tiró al río, y la corriente se lo llevó.
En esto, se le apareció un ángel:
"¿Qué es lo que has hecho?"
"Nada", le respondió ella, porque no sabía que era un ángel.
"Vos no regresarás a tu casa, quedarás castigada por Dios y ahora te quedaréis
(sic) río arriba y río abajo cogiendo a tu bebé".
En la casa la buscaron y no la encontraron, pero con el tiempo la echaron al olvido y no hablaron de ella nunca más.

Una vez mi mamá se fue a lavar al río (ella enjabonaba la ropa y la ponía al sol en una piedra, después la aporreaba y se la llevaba a serenar y al día siguiente la enjuagaba otra vez y la tendía en un alambre), y dejó la ropa en el alambre porque ya era tarde. Al otro día cuando volvió, se encontró la ropa toda revolcada y pensó que había sido el tigre. Entonces, como tenía que lavar más, llamó a mi tío y lo sentó en una piedra alta, a cuidar que no viniera el tigre. Pero el chiquito lo que vio fue una llorona chinga, mechuda y que aullaba como loca. Ella es así porque se volvió loca porque Dios la maldijo y no la deja coger al bebé que el río se está llevando. Y entonces mi tío le avisó a mi mamá y salieron huyendo, porque la Llorona es cosa mala y dicen que si lo agarra a uno lo ahorca.

Ya para estas alturas mis hermanas tienen una cara de miedo que ni para qué. Pero doña Marianita está súper emocionada, porque a ella le encantan los cuentos de sustos y espantos. Y nos cuenta otro:

Dicen que era un muchacho joven que vivía con los papás. El papá era muy callejero, y la pobre mamá se quejaba y se quejaba. Un día le dice el muchacho a la señora "mamá, yo vuir a buscar a ver onde es questá mi tata". "No, dejálo, que si vos también te vas, entonces me da miedo dormirme", le respondió la mamá. Pero el chiquillo decidió que iba a asustar al papá. Se forró con unos cueros y se guindó unas cadenas en el pescuezo y de los brazos.
El muchacho se fue a esperar al papá en la calle y cuando éste venía para la casa, le salió pegando gritos. Pero el papá lo reconoció y lo maldijo: "ahora te vas a quedar así para siempre, mal hijo, porque el hombre es de la calle y la mujer de la casa, y al hombre solo Dios lo cuida". Y el muchacho salió huyendo y quedó convertido en el espanto.
Cuando el papá llegó a la casa, le contó a la esposa lo que había pasado y le dijo "no lo esperés porque no va a volver, yo le eché una maldición". Y le puso "Cadejos" porque el muchacho se llamaba "Alejo". Y desde entonces el Cadejos es el compañero del hombre callejero.
Una vez mi papá... mi papá tocaba guitarra y se iba a dar serenatas... y un día le agarró tarde para devolverse al abra (en ese tiempo la tierra era del que la trabajaba).
Y ese día le salió el Cadejos. Decía mi papá que tiene los ojos redondos y colorados. Y que lo volvió a ver y él ya vio que era el Cadejos. Y este lo siguió casi hasta llegar a la casa... Estas historias son positivas...

Mis hermanas se vuelven a ver con una cara de susto... Y doña Elieth cuenta que sí, que esas historias son "positivas", o sea, verdaderas. Y nos dice que para evitar esos espantos que le salen a uno en el descampado, lo que hay que hacer es andar siempre con uno las "7 hierbas": albahaca, romero, artemisa, ajenjo, ruda, llantén y mirto, que se ponen en alcohol y se frotan por el cuerpo para apartar los agüizotes y los espantos.

lunes

Taller# 10. Plantas medicinales

Llevé unas muestras chiquiticas: juanilama, manzanilla, romero, orégano, tomillo, zacate limón, gengibre y culantro coyote. Nos juntamos alrededor de la mesa a conversar. Doña Orfilia siempre llega, le gusta mucho trabajar, y se nos unieron doña María, doña Josefa, María Teresa, Carmen, y doña Elieth. Hablamos mucho de plantas medicinales, y me dieron un montón de remedios caseros. Transcribo:

Mozote caballo: es un arbusto. La cascarita se echa en agua y suelta una baba que se toma. Cura la gastritis.
Cardosanto: hay blanco y amarillo. Se toma en infusiones, para matar parásitos.
Llantén: esa mata nace sola como mala hierba, y no se puede sembrar. En ensalada sabe rica y también sirve para la piorrea. También es buen tratamiento para las várices y para limpiar los pulmones.
Jazmín: en té, sirve para la digestión.
Borraja: quita el catarro.
Ajo: para el dolor de oído y los nervios. Es antibiótico y quita el mal aliento. La leche de ajo sirve para matar las lombrices.
Cuculmeca: en té sirve para quitar la anemia.
Achicoria: también sirve para la anemia.
Yerbabuena: quita el mal aliento y el dolor de estómago.
Chile picante: para la úlcera estomacal, es bueno comer chile picante fresco, sin vinagres.
Culantro coyote: la mata entera, hervida en leche, sirve para quitar la anemia.
Ciprés: en té sirve para los nervios. Las gárgaras desinflaman las glándulas (amígdalas).
Tilo: sirve para calmar los nervios.
Semilla de aguacate: se raspa y se echa en alcohol. En frotaciones sirve para quitar el dolor de huesos y otros dolores musculares.
Hojas de guayaba: para parar la diarrea.
Zanahoria: también quita la diarrea.
Camote: para la diarrea.
Tomillo: se cocina en agua y se deja enfriar. Se toma con miel en las noches, para tratar el asma.
Ruda: se soasa y se ponen emplastos en la "nuque". Quita la migraña. Con leche sirve para el asma.
Romero: para el dolor de estómago y para poner negro el cabello.
Manzanilla: para el dolor de estómago y para aclarar el cabello.
Zacate limón: para la gripe, la tos, la bronquitis. También para las infecciones de riñones.
Guarumo: para el dolor de cabeza, para el estómago (las embarazadas no deben tomar guarumo, es abortivo). Se usa para adelgazar.
Albahaca: para el dolor de estómago, el dolor de oido, purificar el sistema respiratorio. También sirve para cocinar.
Uña de gato: para bajar la presión.
Cucaracha (o Sanguinaria): para bajar el azúcar y para los problemas uterinos.
Fresco de Mozote: quita la gastritis.
Targuá: para la piorrea, se saca una lechita que tienen las hojas y se frota en las encías.
Canela: para la cistitis.
Piñuela: para el dolor de oído.
Sábila: para las heridas, las quemaduras y las lesiones de la piel en general.

Conversamos montones hoy, parece ser un tema que les interesa mucho a las señoras. La lista está grande e interesante, y de fijo voy a seguir utilizando estos remedios caseros.

* En total, 6 personas asistieron al taller.
Y la frase del día fue de doña Orfilia:

"Hay que tomar remedios caseros, porque la medicina es muy cara... sólo la consulta cuesta veinte colones.".

Taller#8 Cuentos.

A este taller le hice un cambio radical. Cuando comencé a planear las actividades, no estaba contando con que muchas personas no saben leer ni escribir, y que no conocen muchas cosas que yo pensé que sí conocerían. Cuando hice el sondeo sobre Carmen Lyra y los cuentos de la Tía Panchita, no me esperaba que tan poca gente supiera sobre el tema.

Decidí llevarles los cuentos de angustias y paisajes, les leí "Los colores" de Salazar Herrera. Les encantó este cuento. Intenté contarlo de una forma dinámica, que las hiciera reir, y el resultado fue que más gente se acercó. Entonces saqué los materiales y, inspiradas en el cuento, dibujamos ruedas de carreta. Conversamos sobre las carretas, los bueyes, los boyeros y toda la tradición de transportes que se ha perdido, como los caminos de mulas, los cayucos, las balsas, el caballo, las mulas, etc.

Me pidieron que les leyera más cuentos, entonces les leí El puente, El cholo y La dulzaina. Estuvimos casi hasta el almuerzo contando cuentos y comentando. Creo que les gusta más que las actividades sean en la mañana. Según me explicó Grettel, las señoras tienen una vida muy sedentaria, y entonces los momentos importantes del día son las comidas, porque se reúnen en el comedor, conversan, toman el almuerzo y después descansan un rato. Entonces, tener una actividad después del desayuno, ayuda a "matar el tiempo" hasta la hora del almuerzo y hace el día más interesante.

* Hoy estuvieron 12 personas escuchando los cuentos, y 7 dibujaron y pintaron sus ruedas de carreta.

Taller#7 Gastronomía 1. El maíz

Hice pan de elote y hablamos de comida.
Me dieron la receta del atol, del tamal de elote y de las chorreadas.

El tamal de elote lleva leche agria, elote rallado, azúcar, queso, un poquito de sal, y dice doña Orfilia que ella, para que quede más durito, le ponía un poquito de MasaRica (doña Elieth opina que es trampa). El tamal se cocina en una olla de hierro forrada con hojas de plátano, y se le ponen unas brasas encina para que quede dorado. Las chorreadas parece que hacen con la misma lógica, pero en vez de hornear, uno hace como "arepas" en el comal, poniendo cucharadas de la mezcla y esparciéndolas.

El elote, según afirman estas señoras, es EL ingrediente. Se puede usar para mil cosas, desde atoles hasta sopas, y es nutritivo, rico y barato... o bueno, era barato cuando uno lo sembraba en la casa. Y aquí se acordaron de fincas, cafetales, ganado, maizales, frijolares y demás. Y claro, es súper interesante escuchar a la gente hablar de aquellos tiempos cuando Costa Rica tenía soberanía alimentaria... lástima que ya no es así.

Durante esta conversación decoramos elotes dibujados en papel con la técnica de los bodoquitos. Fue... cansado, no al final hasta yo estaba medio muerta, porque no es lo mismo estar en el kínder y hacer bodoques, jeje. Pero lo logramos, y los resultados fueron muy muy bonitos.

En la merienda se comieron su pancito, que les gustó mucho y hasta me aplaudieron. Me sentí toda orgullosa, sobre todo porque nunca había hecho pan de elote y según ellas me quedó riquísimo. Al final alcanzó para todo el mundo, hasta para las enfermeras, y entonces tuvimos un café bien bonito.

Ya todo el mundo está más repuesto de las recientes muertes y entonces ha sido un poco más fácil retomar el hilo de los talleres y recoger información valiosa.

* Hoy hubo mucha gente alrededor, la mayoría no hizo su elotito de bodoques, sino que se quedaron por ahí esperando la hora del café, jejeje. En total hicimos 10 elotes, que quedaron todos lindísimos. Hoy don Augusto también se animó, pero nos hizo un elote pintado con crayones que me regaló al final.

Taller#6 Refranes.

Con dos muertes seguidas en el Hogar (hoy murió don Segundo) está un poco difícil trabajar. Es muy común, según me cuenta Grettel, que mueran varias personas seguidas en un lugar como este, sobre todo por el estado anímico que producen las muertes.
Hoy tuve más bien conversaciones aisladas con doña Orfilia, doña Marianita, doña Josefa, doña María, doña Carmen y doña María Teresa.
Ellas recordaron refranes y dichos populares que recordaban de su juventud, y lo que hice fue anotarlos y hacer una lista que transcribo a continuación:

Agua que no has de beber, déjala correr.
Río que suena es porque piedras trae.
Machete estate en tu vaina, no vayas a vaina ajena.
Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
En casa de herrero cuchillo de palo.
Oscuridad en la casa, candil en la calle.
Quien con lobos anda a aullar aprende.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
El buey lerdo se toma el agua sucia.
Al que madruga Dios le ayuda.
Tanto va el cántaro a la fuente que al fin se rompe.
Es como ponerle un collar de perlas a un chancho.
Te lo digo Pedro, para que me entiendas Juan.
Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.
Uno propone y Dios dispone.


Después de esto, me quedé hasta la tarde acompañando a las señoras mientras llegaba el padre para hacer la misa de don Segundo :(

miércoles

Actividad #5. Taller de leyendas 1. La Segua

Hoy, a pesar de que me recibieron con la triste noticia de que don Marito Leiva había fallecido ayer, tuvimos un taller muy productivo.
A don Marito, que tenía ya bastante tiempo de estar en cama, apenas lo vi una vez. Sin embargo, me puso muy triste su muerte, en especial por el efecto que causa una pérdida de este tipo en personas mayores: doña Orfilia estaba en su habitación y no quiso salir a trabajar con las demás, y doña Magdalena pasó toda la mañana quejándose de un dolor de piernas y hablando sobre su familia y cómo ella los cuidó a todos hasta que murieron. La verdad, fue bien triste.
Pero dentro de todo, hubo una buena noticia: hay una muchacha nueva haciendo voluntariado en el Hogar. Se llama Cristina y es de Washington. Hoy conversamos un rato después del taller, y se ofreció a ayudarme los miércoles (por dicha habla bastante español y puede conversar con las señoras).
Hoy tenía planeado que hicieramos dibujos de la Segua, pero las mesas estaban ocupadas con las flores de la misa de don Marito, entonces no las pudimos utilizar. Decidí conversar un rato con ellas a ver qué me contaban sobre esta leyenda, y comencé con un estímulo oral:
"Los hombres trasnochados y borrachos tenemos más probabilidad de topárnosla cuando venimos de la cantina pasando por trillos y cafetales. Bella como el girasol, de curvas pronunciadas y grnades bustos, piernas torneadas como bizcocho de maíz, su cara por mi borrachera no se notaba muy bien.
Al pasar junto a ella me pidió fuego para encender un cigarro, de inmediato saqué mis fósforos y al encender, miré su cara de yegua, con sus grandes ojos rojos y endemoniados, caí desmayado y duré cuatro días con la lengua trabada.
¡Claro, muchachos, era la Segua!"

Después de escuchar la historia, quien más se emocionó fue doña Marianita Saravia. Ella inmediatamente deleitó a la audiencia (éramos 6, contando a Cristina) con dos historias de miedo en las que nos recordó palabras que no escuchábamos desde hace tiempo.

"Claro que sí... antes había mucha gente vagamunda que se dedicaba a asustar. Cuentan que allá por Paraíso, un señor que venía en su caballo por la noche, oyó como un llanto de bebé a la orilla de la calle... Se asomó a ver qué era y dijo "qué infeliz la mamá de este chiquito, onde lo viene a abandonar aquí en media calle" y agarró y se bajó del caballo y envolvió al chiquito -era un bebé chiquititico, casi recién nacido- en la jacket y se volvió a subir al caballo. Claro, como estaba oscuro, no vio bien lo que estaba llevando, y al rato de andar oye que el bebé le dice "Tatica, véame los dientes" y onde vuelve a ver y se encuentra con aquella cara de yegua, ¡y claro, era una segua disfrazada de bebé! Y la hizo tirada del caballo con todo y jacket, y quedó mudo un montón de días del puro susto... Eso debe ser positivo, porque a mí me han contado de mi tío Isidro, que le decíamos "Chilo" que venía de Orosi a Paraíso a pie, porque quería aprender a tocar violín. Ellos tenían una finca de ganado y él era peón y trabajaba ahí y en otras fincas también. Todos los días como a las cuatro de la tarde, tomaba café y se catrineaba (porque él era muy fino) y cogía el violín para irse a Paraíso (como no tenía caballo, se venía a pie, porque abuelo sí tenía bestia, pero él no se la agarraba).
Un día, cuando venía de vuelta para la casa, como a las 7 de la noche, vio un zopilote negritico y se imaginó que qué haría un pájaro ahí tan tarde... Siguió caminando y al rato se acordó del zopilote y se volvió a ver para atrás y en eso vio un chiquillo todo vestido de blanco que venía corriendo detrás de él. Se asustó mucho y dijo a correr y correr, y entre más corría, más se apuraba el chiquillo para alcanzarlo. Cuando llegó a Orosi, corrió a meterse en la casa de un tío que vivía en el puro centro. Llegó corriendo a empujar la puerta (en ese tiempo no había picaporte, solo tranca de esas que son un tuco de madera con un clavo) y entonces la tranca, del empujón, se arrancó y mi tío entró corriendo y gritando "Tío Tobías, tía Juanita, es Chilo, el hijo de Mana Joaquina" y les contó que se le había puesto atrás un chiquillo. "¿Ve? Eso le pasa por andar en la calle tan de noche", le dijo la tía. "Eso que usté vio no es más que una Segua, pa que no vuelva a andar de noche en la calle". Al final, estaba tan asustado (cuando un hombre siente miedo, es porque de verdad la cosa da susto) le dieron posada para esa noche. El violín amaneció tirado afuera y del chiquillo no volvió a saber... Como a las cinco de la mañana recogió los chunches y se jue sin despertar a la gente de la casa, porque tenía que trabajar. Cuando llegó a la casa ya mi abuela estaba levantada haciendo el almuerzo de la peonada y se la encontró muy preocupada porque él no había llegado a dormir. Cuando contó la historia, su mamá le prohibió bajar a Paraíso, porque dicen que ahí antes había muchas brujas. "Imagínese, que lo hubiera alcanzado esa bruja, lo deja asombrado y usté en medio de la nada sin naide que le ayude", le dijo mi abuela. Y entonces tío Chilo no volvió a bajar de noche a Paraíso".

Al terminar doña Marianita, hablamos de la importancia de este tipo de historias en el imaginario cultural de la época (le explicaron a Cristina que muchas veces estas historias con moraleja se inventaban para asustar a los hombres que se iban a emborrachar y volvían tarde a la casa. Otras, como doña Marianita, dicen que no, que esas cosas sí pasaban de verdad, porque había gente que se dedicaba a asustar, como las brujas de Paraíso y de Escazú -yo no sabía que en Paraíso hay una tradición parecida a la de Escazú en relación con las brujas-). Les comenté a las señoras que cuando yo estaba pequeña y vivía en Bahía Ballena, no teníamos luz y entonces en la noche lo que hacíamos era contar historias como esta... Doña Marianita nos decía que sí, que es que ahora la televisión ha cambiado mucho las cosas. Y concluyó con una frase que me llamó mucho la atención:

"Uno, entre más vive, más ve y más sabe."

Actividad #4. El mural de los deseos de Año Nuevo

La semana pasada nos juntamos a hacer nuestra lista de deseos de Año Nuevo. No hubo mucho interés de parte de la gente para participar: algunas estaban con gripe, otras acostadas en sus habitaciones, y otras insisten en que no pueden hacer dibujos o recortar. Con el paso de los días esta imagen irá cambiando... ya veremos si se apuntan a participar más en otras actividades que sí les llamen la atención.
Llevé papel, goma, tijeras, marcadores, crayones y revistas.
Estuvimos doña Orfilia, doña María Teresa, doña María, doña Carmen Mora y yo. Ellas me hicieron una hoja de deseos a mí: me desearon que me case este año (jeje, les extraña mucho que aún no esté casada, pues les parece que ya estoy muy vieja...), que tenga un bebé (ok...), y que "diosito le repare una casa" (lo de la casa estaría muy bien).
Ellas buscaron imágenes para recortar de las revistas que llevé, y se hicieron sus hojas de los deseos: salud, trabajo para sus familiares, que mucha gente las vaya a visitar, estar sanitas y no enfermarse, y decoraron las hojitas con dibujos y recortes.

Al final, pegamos todas las hojas en la pared, e hicimos un mural (me fui sin tomarle foto, qué nejas...)

* 4 personas participaron en el taller.

Actividad #3. Las tarjetas de navidad.

Siguiendo con los temas de navidad, dedicamos un taller (miércoles) a la creación de tarjetas. Preparé las tarjetas en mi casa y las llevé al Hogar con pinturas, pinceles y lápices de color. Hice 18 tarjetas, calculando que iban a sobrar algunas, pero esta vez sí se acercó más gente. Aunque tuve que esperar un rato para comenzar (pues la hija de una de las señoras llevó de sorpresa un coro que cantó villancicos) al final nos divertimos mucho. Hicimos dos grupos de gente, porque no cabíamos alrededor de la mesa. Hasta un caballero se acercó esta vez, con muchas ganas de hacerle una tarjeta a una sobrina que lo visita.
Cada persona hizo una tarjeta para alguien más: familiar, personal del Hogar, otra compañera, y hasta a mí me regalaron una :) Como algunas no saben escribir, yo hice algunas de las dedicatorias y ellas decoraron los árboles con pintura de colores.

Entonces:

* Hoy trabajamos 16 pesonas, en dos grupos porque no todo el mundo cabía en la mesa, sobre todo por el asunto de las sillas de ruedas.

* Las actividades en las que hay cosas de papel y así, le están gustando a don Augusto, y se nos está acercando con confianza. Es el único hombre que ha querido trabajar con nosotras. Debe ser porque son más las mujeres. El asunto de género pesa bastante en el Hogar: es más común ver a los señores en el patio, algunos hasta siembran plantas y las riegan. En general, a ellos no les hace mucha gracia esto de hacer trabajos manuales en la mesa, y si se acercan es por la merienda :)

Actividad #2. El portal

No sabía muy bien cómo iba a salir esto... Me fui a la U a buscar materiales, y al final gasté un platal... Compré papel, pinturas, pinceles, tijeras, goma, glitter glue, cosas así.
Llegué pasadas las 10 (sábado) y puse una de las mesas grandes en el centro del salón. Las señoras se fueron acercando conforme se interesaban en lo que hacíamos -como me recomendó la encargada, las dejé a ellas tomar la iniciativa-.
Al final, se juntaron unas 7 señoras alrededor de la mesa. Ninguno de los señores quiso estar en la actividad, pues habitualmente ellos se dedican a otras actividades los fines de semana, como hacer el jardín o conversar afuera.
Hicimos un portal lindísimo entre todas. Sobre el fondo pintaron rayas brillantes con pinturas metálicas, y las imágenes las dibujamos en papel bond para pintarlas y pegarlas encima. Originalmente, este taller era para hacer papel para decorar el portal, pero el portal del Hogar ya tenía un par de semanas de estar listo cuando llegué a trabajar, entonces cambiamos un poco la actividad.
Quedó lindísimo!


Entonces, resultados

*Fueron 7 las personas que participaron felices y contentas del taller.
*Me cantaron una canción!

"Vamos al portal
que vengo espantado de ver un zagal
cuya vista es tal
que da luz al soto, y al valle y al prado
que da luz al soto y al valle y al prado
En el alta cumbre
me subí por ver
de qué pudo ser
tan divina lumbre
Y vi un zagal
con su madre al lado virgen celestial
cuya vista es tal
que da luz al soto y al valle y al prado
que da luz al soto y al valle y al prado".
(Parece que es una canción española, que en mi vida había escuchado)

*Pegamos el portal en la pared, al lado del de verdad. Los usaron juntos para el rezo, en el que no pude quedarme porque tenía que trabajar.

martes

Sobre el informe final

Nos pidieron algunas directrices para el informe final... la cosa se va a poner vacilona.
Hace días que no actualizo el blog porque no he estado, no he tenido tiempo, o cosas así, espero que con la info que hemos ido acumulando hasta ahora se pueda llenar ese formulario. En fin: recordemos agregar siempre cuánta gente fue beneficiada en cada actividad... eso va a estar difícil de anotar, sobre todo porque muchas veces a las actividades no llega toda la gente. Esta parte me preocupa un poco, pero bueno, sobre la marcha iremos arreglando cada cosa.